La naranja contiene infinidad de vitaminas y minerales beneficiosas para nuestro organismo, cabe destacar la importante presencia de vitamina C y de fitoquímicos con efectos antioxidante, antiinflamatorio y antitumoral. Por ello, es una fruta ideal para su consumo diario, y aunque la mejor forma de ingerirla es fresca, en rodajas o gajos, hoy os propongo una receta donde este cítrico (o más bien su zumo) aporta un delicioso sabor sin necesidad de añadir ingredientes que sumen un exceso de calorías al plato.
INGREDIENTES:
- 4 muslos de pollo
- 4 naranjas
- 1 cebolla grande
- 1 vaso de vino blanco
- 2 vasos de agua
- 1 hoja de laurel seca
- 1/2 cucharada de perejil seco
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta
ELABORACIÓN:
1. Retiramos la piel de los muslos del pollo. Podemos utilizar un paño limpio para tirar de ella con una mano mientras que con la otra sujetamos la pieza de carne.
2. Exprimimos las naranjas y ponemos a macerar los muslos en el zumo durante al menos dos horas.
3. A continuación retiramos los muslos del zumo y los salpimentamos a nuestro gusto. El zumo de las naranjas lo reservamos.
4. Ponemos una cazuela al fuego con un poco de aceite, cuando esté caliente doramos los muslos con cuidado de que no se quemen. Al terminar los retiramos de la cazuela y reservamos.
5. Pelamos y cortamos las cebollas en aros, y en la misma cazuela las rehogamos hasta que estén blandas. Incorporamos los muslos de nuevo y agregamos el vino blanco. Dejamos hervir a fuego suave durante unos minutos para que se evapore el alcohol.
6. Ahora es el momento de agregar el agua, el zumo que teníamos reservado y las especias. Dejamos cocinar durante unos veinte minutos y apagamos el fuego.
7. Servimos caliente y degustamos.