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miércoles, 28 de noviembre de 2018

Cómo hacer el auténtico Torrezno de Soria

Hoy estoy súper contenta porque vengo a enseñaros cómo se prepara el auténtico Torrezno de Soria, una joya de la gastronomía soriana que nadie debería perderse.

Los torreznos se elaboran con  panceta adobada y curada de Soria,  certificada con la Marca de Garantía, que asegura el origen del producto y su máxima calidad. De una buena panceta, un buen torrezno. No en vano, a esta pieza se la está considerando como la "ventresca del cerdo".

Podemos conseguir el torrezno de dos formas, como panceta fresca (en pieza o ya en tiras) y como producto precocinado. Gracias Embutidos La Hoguera, una de las ocho empresas adscritas a la Marca de Garantía, he tenido la suerte de probar los torreznos en sus dos variedades. Prepararlos es muy sencillo (sobre todo el torrezno precocinado, muy rápido y cómodo), pero debemos seguir algunas pautas que os cuento más abajo para que el resultado sea de diez.  Se trata, en definitiva, de conseguir una perfecta armonía entre el crujiente de la corteza y la jugosidad del magro entreverado. ¿Os animáis a probarlo?




INGREDIENTES:
panceta fresca y adobada de Soria
aceite de oliva virgen




ELABORACIÓN DE LA PANCETA FRESCA Y ADOBADA EN SARTÉN:

1. Veinticuatro horas antes del cocinado, quita la panceta de la nevera y retírale el envoltorio. Si puedes, cuélgala en un lugar fresco para que oree bien. 

2. Pon una sartén a fuego lento con 2 mm de aceite (en vitro, de 1 a 6, posición 2).

3. Mientras tanto, corta la panceta en tiras de 1,5 cm de grosor. 

4. Ahora vamos  a freír la panceta. Para ello, coloca las tiras con la piel hacia abajo en la sartén y fríelas a fuego lento. Veremos que se forman las características burbujas de los torreznos. 

5. A continuación, sube el fuego y termina de freír la panceta. Unos diez minutos por cada lado. 

6. Retira del fuego y disfruta de los auténticos torreznos de Soria. Puedes consumirlos recién hechos, en caliente (es como más me gustan), o si lo prefieres, en frío.


ELABORACIÓN DE LA PANCETA FRESCA Y ADOBADA EN EL HORNO:

1. Deja secar y orear la panceta durante veinticuatro horas. 

2. Calienta el horno a 250º (con calor arriba y abajo, y si quieres enciende también el grill). 

3. Corta la panceta en tiras y colócalas en la bandeja del horno con la piel hacia arriba. 

4. Hornea durante unos diez minutos. Pasado este tiempo observarás que se han formado las típicas burbujas en la piel. Entonces retira del horno, e inmediatamente pon una sartén al fuego con abundante aceite. Da el último toque a las piezas dorándolas a tu gusto y ya podrás disfrutar de los auténticos torreznos de Soria.


ELABORACIÓN DEL TORREZNO PRECOCINADO:

1. Antes de freír las tiras de panceta, retíralas del envase de plástico y deja orear entre media hora y dos horas. 

2. En una sartén, con abundante aceite de oliva bien caliente freímos las piezas entre 3 y 5 minutos. Si lo prefieres puedes hacerlo en la freidora, con abundante aceite y a 180º. 




¡Buen provecho!

¿Qué os han parecido los Torreznos de Soria? ¿Os apetece que prepare alguna otra receta con esta panceta?

Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de  Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.



viernes, 23 de noviembre de 2018

Huevos rellenos de surimi y gulas

Normalmente preparo los huevos rellenos en verano porque fríos sientan divinamente en esa época. No estamos en verano, y como decimos por aquí "hace un frío que pela", pero estos huevos, como aperitivo y acompañados de un buen vino, saben que alimentan.

Están rellenos de surimi y coronados con gulas salteadas. Tienen el punto justo de mayonesa para no tapar el sabor de los demás ingredientes (ya sabes, menos es más), y por supuesto, no son unos huevos cualquiera... Son huevos de gallinas felices, que saben y sientan mejor. 




INGREDIENTES:
8 huevos
12 palitos de surimi
1/4 de cebolla
100 gr de gulas (envase pequeño)
2 dientes de ajo
1 cayena
2 cucharadas de aceite de oliva
5 cucharadas de mayonesa
1 chorro de vinagre



ELABORACIÓN:

1. Pon los huevos a cocer en una cacerola cubiertos con agua fría y un chorro de vinagre. Tardarán unos 10 - 12 minutos dependiendo de su tamaño. Retira del fuego, deja que enfríen y quítales las cáscara.

2. Por otra parte, en una sartén con dos cucharadas de aceite, saltea las gulas junto los dientes de ajo y la guindilla. Una vez que estén hechas retira los ajos, la guindilla y reserva.

3. Corta los huevos a la mitad, a lo largo. Separa las yemas de las claras (sin que estas últimas se rompan) y reserva.

4. En un bol o recipiente hondo mezcla las yemas desmenuzadas con los palitos picados (aparta dos para la decoración), la cebolla  picada muy fina y la mayonesa.

5. Rellena las claras con la mezcla anterior. Encima pon algunas gulas salteadas y una rodajita de surimi para decorar. 

6. Por último, si te sobró algún relleno (a mí apenas una cucharada) ponlo sobre una buena rebanada de pan y disfrútalo. 

¡Buen provecho!

Nos vemos en la siguiente publicación, pasad un buen fin de semana y sed felices. El lunes os estaré esperando con una nueva receta. Hasta entonces podéis encontrarme en mi página de Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.


miércoles, 21 de noviembre de 2018

Flan de galletas María

Después del último flan que hice (un delicioso flan de plátano 😛) me había quedado con ganas de preparar más... Como no me gusta repetir receta, eché mano del infinito "cuaderno de pendientes" y encontré este flan de galletas María que enseguida me llenó el ojo. La elección ha sido fantástica. Es un flan delicioso, con un sutil sabor a galleta y una textura maravillosa, ligeramente más densa de lo habitual.

Como todos los flanes, es súper fácil y rápido de preparar. Solo hay que mezclar, hornear y esperar que todo esté frío. Me parece un postre genial para las personas que no tienen costumbre de cocinar o que están dando sus primeros pasos en cocina. Rico, sencillo, y además, sale a buen precio. ¡Vamos con la receta!



INGREDIENTES:
(Para 10-11 flanes individuales)
500 ml de leche
5 huevos (6 si son pequeños)
100 gr de azúcar blanca
12 galletas María
caramelo líquido (para untar los moldes)




ELABORACIÓN:

1. Precalienta el horno a 180º.

2. Unta unas flaneras individuales con caramelo líquido. 

3. En un recipiente o bol pon la leche, el azúcar, los huevos y las galletas. Tritura bien con ayuda de la batidora.

4. Vierte la mezcla en las flaneras y colócalas dentro de una bandeja honda con agua (al baño de maría). Hornea durante unos 20 minutos (fíate de tu horno y no del mío, y si tienes dudas haz la prueba del palito). Retira del horno y deja enfriar por completo.

5. Conserva los flanes en la nevera y desmóldalos antes de servir. Para desmoldar, moja la flanera por fuera con agua caliente, y si es necesario, despega un poco los bordes con ayuda de un cuchillo. 

NOTA: Si prefieres hacer un solo flan, más grande, en lugar de flanecillos individuales, utiliza un molde resistente al calor de mayor tamaño y duplica el tiempo de horneado. 








¡Buen provecho!

Os espero el próximo viernes con la siguiente receta. Hasta entonces puedes encontrarme en mi página de Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.




lunes, 19 de noviembre de 2018

Pimientos del piquillo rellenos de carne y queso

Estoy muy contenta porque empiezo la semana con una receta súper fácil y rica, y encima, está buenísima. Se trata de estos pimientos rellenos de carne y queso, que llevan una salsa que le aporta el toque de gracia al plato. En esta ocasión utilicé  pimientos en conserva, pero si tú los consigues frescos, no lo dudes, solo tienes que limpiarlos y asarlos antes de ponerte manos a la obra con la receta. 

Por hoy, no tengo mucho más que contaros. Solamente que estaré de nuevo por aquí el miércoles con una receta nueva que os va a encantar. Animaros con los pimientos y ya me contaréis... ¡Feliz semana!



INGREDIENTES
12 pimientos del piquillo en conserva
Para el relleno:
300 gr de carne picada (ternera, cerdo o mixta)
80 gr de queso rallado
1/4 de cebolla
1 diente de ajo
aceite
pimienta molida
sal
Para la salsa:
1/4 de cebolla
4 pimientos del piquillo en conserva
8 cucharadas soperas de tomate natural triturado
1/2 vaso de vino blanco (de los de agua)
200 ml de nata para cocinar (1 brik pequeño)
aceite
pimienta molida
sal



ELABORACIÓN:

1. Comenzamos preparando el relleno para los pimientos. En una sartén ponemos un poco de aceite a calentar. Picamos finito la cebolla y el ajo y  pochamos todo. Agregamos la carne picada y dejamos que tome color, dando vueltas de vez en cuando para que no se pegue. Salpimentamos, mezclamos y retiramos del fuego. Dejamos atemperar y añadimos el queso rallado, mezclando bien con la carne.

2. Rellenamos los pimientos, uno a uno, con la mezcla de carne y queso.  Reservamos los pimientos rellenos disponiéndolos de forma ordenada en una cazuela baja.

3. Ahora vamos a preparar la salsa. Troceamos groseramente la cebolla y los cuatro pimientos de piquillo. Pochamos bien en una sartén con un poco de aceite e incorporamos el tomate natural triturado. Sofreímos un ratito, echamos el vino y dejamos que el alcohol se evapore. Por último, añadimos la nata y salpimentamos. Dejamos cocinar unos cuatro o cinco minutos, con cuidado de que nada se pegue y retiramos del fuego. 

4. Trituramos la salsa con la batidora. Puedes dejarla más o menos fina, según tu gusto. Regamos los pimientos que teníamos reservados con la salsa. Volvemos a calentar el conjunto y servimos inmediatamente. 

¡Buen provecho!

Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de  Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.





lunes, 12 de noviembre de 2018

Compota de manzana

Hace ya más de un mes desde mi última publicación... Esta vez, problemas técnicos me han alejado del blog, pero os aseguro que estaba deseando volver para compartir recetas con vosotros.  Hoy vengo con una muy sencilla, se trata de una compota de manzana que he hecho con fruta casera y totalmente ecológica. Las manzanas eran bastante amargas para tomar solas, pero con un pelín de azúcar, en compota han quedado divinas.

Creo que los postres con fruta son los mejores. Más saludables, y en ocasiones, con muy poquitas calorías.  Siempre se pueden hacer versiones light, sustituyendo azúcares por edulcorantes y rebajando el nivel de lípidos. En este caso, no hay grasas... Lo que sí tenemos es un postre súper rico y ligero. ¡Vamos con la receta!




INGREDIENTES:
500 gr de pulpa de manzana en trozos (la manzana pelada y sin semillas)
300 ml de agua
zumo de 1/2 limón
3 cucharadas de azúcar (opcional)
1 vaina de vainilla o 1 rama de canela




ELABORACIÓN:

1. Pon una olla al fuego con el agua, el azúcar y la vainilla cortada a lo largo por la mitad. Si las manzanas son muy dulces puedes eliminar el azúcar o echar menos cantidad. Otra opción es sustituir este ingrediente por algún edulcorante líquido sin calorías, que añadiríamos justo antes de tomar la compota y no durante su elaboración.

2. Agrega las manzanas troceadas (sin piel, ni semillas) y rociadas con el zumo de limón. Deja que el conjunto hierva a fuego moderado- bajo. De vez en cuando, vigila que el líquido no se consuma en exceso. Si es necesario añade un poco más de agua. 

3. Cuando las manzanas estén bien cocidas (observarás que están algo deshechas) retira la compota del fuego y quita la vainilla. La compota puede consumirse así, con tropezones, o bien pasarla por la batidora para obtener una textura más ligera. 

4. Sirve la compota templada o fría. Guárdala en la nevera y vuelve  a calentarla si lo deseas. 




CONSEJOS:


  • Puedes utilizar las manzanas menos sabrosas, o bien más amargas, para hacer este postre. Es una estupenda manera de aprovechar la fruta y por tanto de generar menor cantidad de desperdicios alimentarios.
  • Si las manzanas son bastante dulces no necesitarás añadir azúcar. Tendrás un postre delicioso apto para dietas bajas en calorías o de adelgazamiento. 
  • Además de la vainilla o la rama de canela (si usas esta última no necesitas cortarla al medio)  se puede emplear piel de cítricos para aromatizar la compota, ya sea de naranja o de limón. En ambos casos procura evitar en lo posible la parte blanca, pues es la que aporta sabor amargo.
  • Algunas personas prefieren no poner azúcar durante la elaboración, dejando libertad a cada comensal para añadir la cantidad que desee al momento de consumirla. De esta forma, el azúcar no queda tan disuelto ni integrado, pero el postre resulta igualmente sabroso.
  • Conserva la compota en la nevera de dos a tres días si no lleva azúcar, y hasta seis si lo lleva.




¡Buen provecho!

Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de  Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.


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