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lunes, 23 de abril de 2018

Tarta mousse de chocolate y fresas

Ya sabéis lo mucho que me gusta la textura esponjosa y aireada de las mousses. En cuanto tengo ocasión, aprovecho para hacer una tarta mousse y disfrutarla con la familia. Esta vez, la ocasión surgió a raíz del cumpleaños de mi hermana Susi, que ya cuenta con 27 tacos en su haber. A Susi le encantan las fresas y a mí me apasiona el chocolate, así que no hace falta que aclare el por qué de esta tarta mousse de chocolate y fresas

La tarta quedó muy rica. Es ligera, fresquita, y tiene el punto justo de azúcar.  Aunque la explicación sobre su elaboración pueda paracer larga, en realidad se hace en poco tiempo. He querido detallar bien los pasos para que os salga genial. Espero que os guste tanto como a mí. 




INGREDIENTES
Para la base:
1 base de bizcocho ( o de galleta con mantequilla)
Para la mousse de chocolate:
175 gr de chocolate negro para postres
200 ml de nata para montar (mín. 35% m.g.)
1 huevo
125 ml de leche
100 gr de azúcar blanca
4 hojas de gelatina neutra
Para la mousse de fresa:
200 gr de fresas
1 yogur de sabor fresa
200 ml de nata para montar (mín. 35% m.g.)
110 gr de azúcar blanca
60 ml de leche
4 hojas de gelatina neutra
Para decorar:
fresas
unas hojas de hierbabuena



ELABORACIÓN:

1. Comenzamos por la base de la tarta. Vamos a utilizar un molde desmontable de 24 cm de diámetro. En el fondo ponemos la lámina de bizcocho, o si lo preferís, una base de galletas con mantequilla similar a la que he utilizado en otras ocasiones (ver aquí). Yo suelo hacer bizcocho genovés para cortar en capas (receta aquí), luego las congelo individualmente y de esta manera siempre tengo bases para mis tartas. Otra opción es comprar la base de bizcocho, las tenéis prácticamente en todos los supermercados.

2. Ahora preparamos la mousse de chocolate. En un cazo mezclamos bien la leche, la mitad del azúcar y la yema del huevo (reservamos la clara). Ponemos el conjunto al fuego y añadimos el chocolate troceado. Removemos de vez en cuando para que no se pegue y para que el chocolate se funda e integre en la mezcla. Cuando esté bien caliente pero sin llegar a hervir, añadimos las hojas de gelatina que previamente habremos remojado en agua fría unos cinco minutos. Las iremos agregando una a una bien escurridas a la vez que damos vuelas a la mezcla para que se disuelvan. 

3. Mientras dejamos que el chocolate vaya perdiendo calor (necesitamos que se enfríe sin llegar a cuajar) aprovechamos para montar la nata con el resto del azúcar. Para que os quede estupenda os dejo unos cuantos consejos en el siguiente enlace: trucos para montar la nata rápido y sin esfuerzo. Montamos también la clara de huevo a punto de nieve.

4. Terminamos de hacer la mousse añadiendo a la mezcla de chocolate (una vez que haya perdido calor) la nata y la clara montadas. Lo haremos en tres o cuatro veces, con moviemientos envolventes para que al mezclar no se pierda aire y nos quede la textura típica de mousse.

5. Sobre la base de bizcocho que habíamos reservado (o de galleta) ponemos la capa de mousse de chocolate. Alisamos la superficie con el dorso de una cuchara o con una lengua de cocina si fuera necesario y reservamos en la nevera para que vaya cuajando. 

6. Es el momento de hacer la mousse de fresas. Lavamos y quitamos el rabito a las fresas. A continuación, las trituramos con la leche, el yogur y la mitad del azúcar. Ponemos esta mezcla a calentar y justo antes de que empiece a hervir añadimos la gelatina previamente remojada y escurrida. Removemos para que se integre y retiramos del fuego. 

7. Dejamos que la mezcla de fresas pierda calor mientras montamos la nata con el resto del azúcar. 

8. Pasamos la mezcla de fresas por un colador para eliminar las semillitas características de esta fruta y añadimos la nata en dos o tres veces, con movimientos envolventes para que no pierda aire. Quitamos de la nevera la mousse de chocolate y hacemos unos surcos poco profundos en la superficie con ayuda de un tenedor. De esta manera consiguiremos que la capa de fresa se agarre mejor a la de chocolate. Encima agregamos la capa de mousse fresa. Alisamos la superficie y conservamos en la nevera al menos durante seis horas. Yo siempre hago este tipo de tartas de un día para otro.

9. Una vez que la tarta haya cuajado procederemos a desmoldarla. Pasamos un cuchillo con cuidado por los bordes de la tarta y retiramos el aro. Por último, decoramos con fresas y unas hojas de hierbabuena. 

¡Buen provecho!

Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de  Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.

sábado, 21 de abril de 2018

Tortilla rellena de champiñones, queso y jamón york

Aunque suelo llegar tarde a las modas, no me gusta perderme nada... Hace meses que circulan este tipo de tortillas en las redes sociales y se me cae la baba cada vez que veo una. Por eso, aunque tarde, he decidido unirme a la moda de las tortillas rellenas y traeros esta maravilla de tortilla con champiñones, queso y york. 

Es muy sencilla de hacer, sobre todo si ya has preparado tortilla de patatas alguna vez. Agregar el relleno no supone ninguna complicación, pero sí un extra de sabor y diversión. Para mí la mayor dificultad a la hora de hacer tortilla, radica en darle la vuelta puesto que tengo poca fuerza en los brazos. Para atajar el problema compré una sartén doble especial para hacer tortillas y estoy encantada con ella. Ya no hay tortilla que se me resista... Así de ricas me quedan. 



INGREDIENTES:
(para una tortilla grande)
8 huevos de gallinas felices
8 patatas medianas
1/4 de cebolla
5 lonchas de jamón york
5 lonchas de queso
200 gr de champiñones
2 dientes de ajo
aceite de oliva suave
pimienta molida
sal



ELABORACIÓN:

1. Comenzamos limpiando los champiñones. Los lavamos uno a uno bajo el chorro del agua, sin sumergirlos para que absorban la menor cantidad de agua posible. Conforme los lavamos vamos secándolos bien con un paño o papel absorbente. A continuación, los cortamos en láminas y también picamos los dos dientes de ajo. En una sartén echamos dos o tres cucharadas de aceite y la ponemos al fuego. Una vez que esté caliente el aceite, añadimos los ajos y los champis, y salteamos todo hasta que esté en su punto.  Reservamos. 

2. Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en láminas o cuadraditos pequeños, según sea la costumbre de cada uno. Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite y sofreímos las patatas y la cebolla bien picada (añadid la cebolla un poco más tarde que las patatas para que no se queme).

3. Mientras iremos preparando los huevos. Los cascamos y los batimos en un blol grande, añadiendo sal y pimienta al gusto. 

4. Una vez que las patatas estén hechas las escurrimos bien del aceite y las vamos volcando en el huevo batido. Mezclamos todo.

5. Retiramos el aceite de la sartén y la ponemos de nuevo al fuego. Añadimos la mitad de la mezcla de patata y huevo, encima las lonchas de york bien repartidas, otra capa de champiñones laminados y otra de lonchas de queso. Rápidamente tapamos con la mezcla de patata y huevo sobrante, y esperamos unos minutos para que vaya cuajando la tortilla. Damos vuelta a la tortilla (yo tengo una sartén doble con enganche, una maravilla) y cuajamos por el otro lado. Si fuese necesario damos otra vez la vuelta. Así hasta que haya cuajado por completo y esté dorada. Terminamos volcándola directamente sobre el plato de presentación. Se puede tomar fría o caliente, pero os recomiendo hacerlo en caliente ya que está más rica con el queso fundido. 

¡Buen provecho!

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martes, 17 de abril de 2018

Bizcocho de plátano

Ya sabéis que me encanta tener cosas ricas para merendar, y que mi horno se enciende un día sí y otro también, aunque no publique todo lo que hago. Hoy he aprovechado que tengo bastantes plátanos para hacer este bizcocho y enseñároslo. 

El bizcocho de plátano resulta ideal para acompañar la leche del desayuno, o como yo he hecho, para merendar. Es sencillo de preparar y los ingredientes son muy "de andar por casa".  Siempre que puedo añado fruta a los postres, me parece una manera muy sana de enriquecerlos, tanto en el sabor como en su composición. Ha quedado muy rico, con una textura suave y delicioso sabor a plátano. 



INGREDIENTES:
4 plátanos de Canarias
175 gr de harina
125 gr de azúcar
2 huevos
100 gr de mantequilla
8 gr de levadura química



ELABORACIÓN:

1. Pela y tritura los plátanos con la batidora, deben quedar como un puré. 

2. En un bol mezcla el puré de plátanos, los huevos, el azúcar y la mantequilla derretida. 

3. Añade, poco a poco, la harina y la levadura previamente tamizadas. Remueve bien con una varilla para que resulte una mezcla homogénea.

4. Precalienta el horno a 180º.

5. Engrasa un molde tipo plum-cake con mantequilla. A continuación, vierte la mezcla del bizcocho en el molde. 

6. Hornea durante 45 minutos aproximadamente. Para saber si el bizcocho está hecho pínchalo con una varilla, si sale limpia ya puedes quitarlo del horno.

7. Deja que el bizcocho pierda algo de calor y desmolda sobre una rejilla. Espera que enfríe. 

8. Decora espolvoreando azúcar glas con ayuda de un colador y añade en la superficie unas hojas de menta y algunas rodajas de plátano. 

¡Buen provecho!

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lunes, 16 de abril de 2018

Bebida de avena y leche para el desayuno

Hace más de un año que descubrí esta receta de avena y leche o colada de avena en el blog Los Antojos de Clara. Siempre había oído hablar de las excelentes cualidades de la avena, pero me costaba mucho tomarla. Preparar la receta siguiendo las instrucciones de Clara fue toda una revelación, desde entonces no hemos parado de hacer en casa esta bebida que se ha convertido en uno de nuestros desayunos favoritos. 

Si tú también quieres probar esta receta, te recomiendo que antes de nada veas cómo la prepara Clara (solo tienes que pinchar AQUÍ), notarás que mi versión es prácticamente igual pero que he aromatizado la leche de forma distinta. Seguramente la receta os recuerde al tradicional arroz con leche, con la ventaja de que ahorraréis tiempo en la elaboración. Y dicho esto, ¡vamos con la receta!



INGREDIENTES:
7 cucharadas colmadas de avena en hojuelas
300 ml de agua
750 ml de leche
4-5 cucharadas de azúcar
1/2 piel de limón (evitando la parte blanca en lo posible)
1/2 piel de naranja (evitando la parte blanca en lo posible)
1 rama de canela (si lo prefieres, nuez moscada, vainilla, etc.)
canela molida (opcional, para espolvorear)



ELABORACIÓN:

1. Pon el agua al fuego en un cazo grande. Cuando comience a hervir añade la avena y remueve de vez en cuando para que no se pegue. 

2. Una vez que el agua se haya consumido agrega la leche y los demás ingredientes. Remueve y deja hervir a fuego medio-bajo unos cinco minutos. 

3. Retira las pieles de los cítricos y sirve de inmediato o deja enfriar. Decora espolvoreando un poquito de canela molida si te gusta.  Ten en cuenta que una vez frío espesará un poco. Puedes preparar la receta con antelación y conservar esta bebida de avena y leche en la nevera un par de días. 






¡Buen provecho!

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martes, 3 de abril de 2018

Mousse de choco-queso

Empiezo abril con una deliciosa tarta mousse que combina queso y chocolate, dos de mis ingredientes favoritos en repostería. Pero antes que nada, tengo que disculparme por no haber hecho unas fotos mínimante decentes. La verdad es que iba muy justa de tiempo, tanto que casi es un milagro que haya conseguido fotografiar la tarta... De nuevo mil disculpas, y por favor, creedme cuando  digo que el sabor supera con creces la imagen. 

Volviendo a la tarta en sí, me siento en la obligación de contaros que está requetebuenísima 😜. No se necesita horno ni ingredientes rebuscados, solo un poco de previsión para que la mousse tenga tiempo de cuajarse. La combinación de chocolate y queso es pura tentación y la textura esponjosa y aireada es simplemente divina. Mejor, paso a la receta y lo comprobáis vosotros.



INGREDIENTES:
1 base de bizcocho de 26 cm de diámetro
200 gr de chocolate para fundir
250 gr de queso crema (tipo philadelphia)
500 ml de nata para montar
2 huevos
150 ml de leche
6 hojas de gelatina
170 gr de azúcar blanca
30 gr de cacao puro en polvo
40 gr de azúcar glas
Para la decoración:
150 ml de nata para monar
70 gr de queso crema (philadelphia)
60 gr de azúcar glas



ELABORACIÓN:

1. Comenzamos preparando la mousse. En primer lugar, separamos las yemas de las claras del huevo y reservamos estas últimas. A continuación, ponemos a fuego medio un cazo con las yemas, la leche, el azúcar blanca, el cacao en polvo, el queso (ligeramente chafado) y el chocolate en trocitos. Removemos continuamente con unas varilla para que los ingredientes se integren, incluido el chocolate que deberá derretirse completamente. Mientras, tendremos las hojas de gelatina (cola de pescado) a remojar en agua fría, deberán hidratarse unos cinco minutos antes de utilizarlas. 

2. Una vez que los ingredientes de la mousse estén perfectamente integrados, escurrimos y añadimos las hojas de gelatina de una en una. Damos unas vuelta con las varillas para que se disuelvan y retiramos la mezcla del fuego. Dejamos que pierda calor (sin que llegue a cuajar) en un recipiente o bol grande. 

3. Por otra parte montamos la nata. Para que quede perfecta os recomiendo que leáis  los consejos que os doy en este post: trucos para montar la nata rápido y sin esfuerzo. Una vez lista, reservamos en la nevera y nos ponemos a trabajar las clara de huevo. Simplemente tendremos que montarlas con ayuda de unas varillas eléctricas agregándole el azúcar glas. 

4. Una vez que la mezcla de choco-queso haya perdido bastante calor, le añadiremos la nata y las claras montadas. Lo haremos en tres o cuatro veces, comenzando por la nata, con movimientos envolventes de abajo hacia arriba. Es un paso clave al que debemos prestar especial cuidado, de lo contrario, la mezcla no quedaría esponjosa y por tanto no tendría textura de mousse. 

5. Llega el momento de montar nuestra tarta de choco-queso. En el fondo de un molde desmontable de 26 cm de diámetro colocamos la base de bizcocho. Esta base se puede sustituir por la típica de galletas con mantequilla, similar a la que utilicé en mi última mousse  (VER AQUÍ). Encima vertemos la crema de choco-queso y alisamos la superficie con una lengua de cocina o en su defecto con el dorso de una cuchara. Dejamos que la mousse cuaje en la nevera entre seis y ocho horas (yo suelo hacerlas de un día para otro).

6. Una vez que tengamos la tarta cuajada, pasamos un cuchillo por los bordes y retiramos el aro del molde. Para decorar, montamos la nata añadiendo el queso crema y el azúcar (se agregan cuando la nata está semimontada)  que le darán sabor y estabilidad. Introducimos la mezcla en una manga pastelera con boquilla de estrella (o la que prefiramos) y decoramos la superficie de la mousse. 

¡Buen provecho!

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