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miércoles, 28 de noviembre de 2018

Cómo hacer el auténtico Torrezno de Soria

Hoy estoy súper contenta porque vengo a enseñaros cómo se prepara el auténtico Torrezno de Soria, una joya de la gastronomía soriana que nadie debería perderse.

Los torreznos se elaboran con  panceta adobada y curada de Soria,  certificada con la Marca de Garantía, que asegura el origen del producto y su máxima calidad. De una buena panceta, un buen torrezno. No en vano, a esta pieza se la está considerando como la "ventresca del cerdo".

Podemos conseguir el torrezno de dos formas, como panceta fresca (en pieza o ya en tiras) y como producto precocinado. Gracias Embutidos La Hoguera, una de las ocho empresas adscritas a la Marca de Garantía, he tenido la suerte de probar los torreznos en sus dos variedades. Prepararlos es muy sencillo (sobre todo el torrezno precocinado, muy rápido y cómodo), pero debemos seguir algunas pautas que os cuento más abajo para que el resultado sea de diez.  Se trata, en definitiva, de conseguir una perfecta armonía entre el crujiente de la corteza y la jugosidad del magro entreverado. ¿Os animáis a probarlo?




INGREDIENTES:
panceta fresca y adobada de Soria
aceite de oliva virgen




ELABORACIÓN DE LA PANCETA FRESCA Y ADOBADA EN SARTÉN:

1. Veinticuatro horas antes del cocinado, quita la panceta de la nevera y retírale el envoltorio. Si puedes, cuélgala en un lugar fresco para que oree bien. 

2. Pon una sartén a fuego lento con 2 mm de aceite (en vitro, de 1 a 6, posición 2).

3. Mientras tanto, corta la panceta en tiras de 1,5 cm de grosor. 

4. Ahora vamos  a freír la panceta. Para ello, coloca las tiras con la piel hacia abajo en la sartén y fríelas a fuego lento. Veremos que se forman las características burbujas de los torreznos. 

5. A continuación, sube el fuego y termina de freír la panceta. Unos diez minutos por cada lado. 

6. Retira del fuego y disfruta de los auténticos torreznos de Soria. Puedes consumirlos recién hechos, en caliente (es como más me gustan), o si lo prefieres, en frío.


ELABORACIÓN DE LA PANCETA FRESCA Y ADOBADA EN EL HORNO:

1. Deja secar y orear la panceta durante veinticuatro horas. 

2. Calienta el horno a 250º (con calor arriba y abajo, y si quieres enciende también el grill). 

3. Corta la panceta en tiras y colócalas en la bandeja del horno con la piel hacia arriba. 

4. Hornea durante unos diez minutos. Pasado este tiempo observarás que se han formado las típicas burbujas en la piel. Entonces retira del horno, e inmediatamente pon una sartén al fuego con abundante aceite. Da el último toque a las piezas dorándolas a tu gusto y ya podrás disfrutar de los auténticos torreznos de Soria.


ELABORACIÓN DEL TORREZNO PRECOCINADO:

1. Antes de freír las tiras de panceta, retíralas del envase de plástico y deja orear entre media hora y dos horas. 

2. En una sartén, con abundante aceite de oliva bien caliente freímos las piezas entre 3 y 5 minutos. Si lo prefieres puedes hacerlo en la freidora, con abundante aceite y a 180º. 




¡Buen provecho!

¿Qué os han parecido los Torreznos de Soria? ¿Os apetece que prepare alguna otra receta con esta panceta?

Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de  Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.



viernes, 23 de noviembre de 2018

Huevos rellenos de surimi y gulas

Normalmente preparo los huevos rellenos en verano porque fríos sientan divinamente en esa época. No estamos en verano, y como decimos por aquí "hace un frío que pela", pero estos huevos, como aperitivo y acompañados de un buen vino, saben que alimentan.

Están rellenos de surimi y coronados con gulas salteadas. Tienen el punto justo de mayonesa para no tapar el sabor de los demás ingredientes (ya sabes, menos es más), y por supuesto, no son unos huevos cualquiera... Son huevos de gallinas felices, que saben y sientan mejor. 




INGREDIENTES:
8 huevos
12 palitos de surimi
1/4 de cebolla
100 gr de gulas (envase pequeño)
2 dientes de ajo
1 cayena
2 cucharadas de aceite de oliva
5 cucharadas de mayonesa
1 chorro de vinagre



ELABORACIÓN:

1. Pon los huevos a cocer en una cacerola cubiertos con agua fría y un chorro de vinagre. Tardarán unos 10 - 12 minutos dependiendo de su tamaño. Retira del fuego, deja que enfríen y quítales las cáscara.

2. Por otra parte, en una sartén con dos cucharadas de aceite, saltea las gulas junto los dientes de ajo y la guindilla. Una vez que estén hechas retira los ajos, la guindilla y reserva.

3. Corta los huevos a la mitad, a lo largo. Separa las yemas de las claras (sin que estas últimas se rompan) y reserva.

4. En un bol o recipiente hondo mezcla las yemas desmenuzadas con los palitos picados (aparta dos para la decoración), la cebolla  picada muy fina y la mayonesa.

5. Rellena las claras con la mezcla anterior. Encima pon algunas gulas salteadas y una rodajita de surimi para decorar. 

6. Por último, si te sobró algún relleno (a mí apenas una cucharada) ponlo sobre una buena rebanada de pan y disfrútalo. 

¡Buen provecho!

Nos vemos en la siguiente publicación, pasad un buen fin de semana y sed felices. El lunes os estaré esperando con una nueva receta. Hasta entonces podéis encontrarme en mi página de Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.


miércoles, 21 de noviembre de 2018

Flan de galletas María

Después del último flan que hice (un delicioso flan de plátano 😛) me había quedado con ganas de preparar más... Como no me gusta repetir receta, eché mano del infinito "cuaderno de pendientes" y encontré este flan de galletas María que enseguida me llenó el ojo. La elección ha sido fantástica. Es un flan delicioso, con un sutil sabor a galleta y una textura maravillosa, ligeramente más densa de lo habitual.

Como todos los flanes, es súper fácil y rápido de preparar. Solo hay que mezclar, hornear y esperar que todo esté frío. Me parece un postre genial para las personas que no tienen costumbre de cocinar o que están dando sus primeros pasos en cocina. Rico, sencillo, y además, sale a buen precio. ¡Vamos con la receta!



INGREDIENTES:
(Para 10-11 flanes individuales)
500 ml de leche
5 huevos (6 si son pequeños)
100 gr de azúcar blanca
12 galletas María
caramelo líquido (para untar los moldes)




ELABORACIÓN:

1. Precalienta el horno a 180º.

2. Unta unas flaneras individuales con caramelo líquido. 

3. En un recipiente o bol pon la leche, el azúcar, los huevos y las galletas. Tritura bien con ayuda de la batidora.

4. Vierte la mezcla en las flaneras y colócalas dentro de una bandeja honda con agua (al baño de maría). Hornea durante unos 20 minutos (fíate de tu horno y no del mío, y si tienes dudas haz la prueba del palito). Retira del horno y deja enfriar por completo.

5. Conserva los flanes en la nevera y desmóldalos antes de servir. Para desmoldar, moja la flanera por fuera con agua caliente, y si es necesario, despega un poco los bordes con ayuda de un cuchillo. 

NOTA: Si prefieres hacer un solo flan, más grande, en lugar de flanecillos individuales, utiliza un molde resistente al calor de mayor tamaño y duplica el tiempo de horneado. 








¡Buen provecho!

Os espero el próximo viernes con la siguiente receta. Hasta entonces puedes encontrarme en mi página de Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.




lunes, 19 de noviembre de 2018

Pimientos del piquillo rellenos de carne y queso

Estoy muy contenta porque empiezo la semana con una receta súper fácil y rica, y encima, está buenísima. Se trata de estos pimientos rellenos de carne y queso, que llevan una salsa que le aporta el toque de gracia al plato. En esta ocasión utilicé  pimientos en conserva, pero si tú los consigues frescos, no lo dudes, solo tienes que limpiarlos y asarlos antes de ponerte manos a la obra con la receta. 

Por hoy, no tengo mucho más que contaros. Solamente que estaré de nuevo por aquí el miércoles con una receta nueva que os va a encantar. Animaros con los pimientos y ya me contaréis... ¡Feliz semana!



INGREDIENTES
12 pimientos del piquillo en conserva
Para el relleno:
300 gr de carne picada (ternera, cerdo o mixta)
80 gr de queso rallado
1/4 de cebolla
1 diente de ajo
aceite
pimienta molida
sal
Para la salsa:
1/4 de cebolla
4 pimientos del piquillo en conserva
8 cucharadas soperas de tomate natural triturado
1/2 vaso de vino blanco (de los de agua)
200 ml de nata para cocinar (1 brik pequeño)
aceite
pimienta molida
sal



ELABORACIÓN:

1. Comenzamos preparando el relleno para los pimientos. En una sartén ponemos un poco de aceite a calentar. Picamos finito la cebolla y el ajo y  pochamos todo. Agregamos la carne picada y dejamos que tome color, dando vueltas de vez en cuando para que no se pegue. Salpimentamos, mezclamos y retiramos del fuego. Dejamos atemperar y añadimos el queso rallado, mezclando bien con la carne.

2. Rellenamos los pimientos, uno a uno, con la mezcla de carne y queso.  Reservamos los pimientos rellenos disponiéndolos de forma ordenada en una cazuela baja.

3. Ahora vamos a preparar la salsa. Troceamos groseramente la cebolla y los cuatro pimientos de piquillo. Pochamos bien en una sartén con un poco de aceite e incorporamos el tomate natural triturado. Sofreímos un ratito, echamos el vino y dejamos que el alcohol se evapore. Por último, añadimos la nata y salpimentamos. Dejamos cocinar unos cuatro o cinco minutos, con cuidado de que nada se pegue y retiramos del fuego. 

4. Trituramos la salsa con la batidora. Puedes dejarla más o menos fina, según tu gusto. Regamos los pimientos que teníamos reservados con la salsa. Volvemos a calentar el conjunto y servimos inmediatamente. 

¡Buen provecho!

Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de  Facebook , en Google +Pinterest e Instagram.





lunes, 12 de noviembre de 2018

Compota de manzana

Hace ya más de un mes desde mi última publicación... Esta vez, problemas técnicos me han alejado del blog, pero os aseguro que estaba deseando volver para compartir recetas con vosotros.  Hoy vengo con una muy sencilla, se trata de una compota de manzana que he hecho con fruta casera y totalmente ecológica. Las manzanas eran bastante amargas para tomar solas, pero con un pelín de azúcar, en compota han quedado divinas.

Creo que los postres con fruta son los mejores. Más saludables, y en ocasiones, con muy poquitas calorías.  Siempre se pueden hacer versiones light, sustituyendo azúcares por edulcorantes y rebajando el nivel de lípidos. En este caso, no hay grasas... Lo que sí tenemos es un postre súper rico y ligero. ¡Vamos con la receta!




INGREDIENTES:
500 gr de pulpa de manzana en trozos (la manzana pelada y sin semillas)
300 ml de agua
zumo de 1/2 limón
3 cucharadas de azúcar (opcional)
1 vaina de vainilla o 1 rama de canela




ELABORACIÓN:

1. Pon una olla al fuego con el agua, el azúcar y la vainilla cortada a lo largo por la mitad. Si las manzanas son muy dulces puedes eliminar el azúcar o echar menos cantidad. Otra opción es sustituir este ingrediente por algún edulcorante líquido sin calorías, que añadiríamos justo antes de tomar la compota y no durante su elaboración.

2. Agrega las manzanas troceadas (sin piel, ni semillas) y rociadas con el zumo de limón. Deja que el conjunto hierva a fuego moderado- bajo. De vez en cuando, vigila que el líquido no se consuma en exceso. Si es necesario añade un poco más de agua. 

3. Cuando las manzanas estén bien cocidas (observarás que están algo deshechas) retira la compota del fuego y quita la vainilla. La compota puede consumirse así, con tropezones, o bien pasarla por la batidora para obtener una textura más ligera. 

4. Sirve la compota templada o fría. Guárdala en la nevera y vuelve  a calentarla si lo deseas. 




CONSEJOS:


  • Puedes utilizar las manzanas menos sabrosas, o bien más amargas, para hacer este postre. Es una estupenda manera de aprovechar la fruta y por tanto de generar menor cantidad de desperdicios alimentarios.
  • Si las manzanas son bastante dulces no necesitarás añadir azúcar. Tendrás un postre delicioso apto para dietas bajas en calorías o de adelgazamiento. 
  • Además de la vainilla o la rama de canela (si usas esta última no necesitas cortarla al medio)  se puede emplear piel de cítricos para aromatizar la compota, ya sea de naranja o de limón. En ambos casos procura evitar en lo posible la parte blanca, pues es la que aporta sabor amargo.
  • Algunas personas prefieren no poner azúcar durante la elaboración, dejando libertad a cada comensal para añadir la cantidad que desee al momento de consumirla. De esta forma, el azúcar no queda tan disuelto ni integrado, pero el postre resulta igualmente sabroso.
  • Conserva la compota en la nevera de dos a tres días si no lleva azúcar, y hasta seis si lo lleva.




¡Buen provecho!

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martes, 9 de octubre de 2018

Mermelada de higos

Siguiendo con las recetas de temporada, esta semana os traigo una mermelada de higos que está espectacular. Ha sido un buen año para esta fruta, al menos por aquí...Mi padre ha recogido tanto higo que, además de esta mermelada, repetiré las recetas del pastel de higos y del pudin. Os aseguro que no se va a estropear ni un solo higo. En casa procuramos no desperdiciar comida, y si sobra, siempre hay amigos, vecinos o conocidos a quien regalar el excedente. 

Esta mermelada es bastante dulzona en comparación con otras. He visto algunas recetas en las que ponen menos azúcar, pero siendo este ingrediente el conservante natural de la mermelada,  me da miedo que pueda estropearse si se reduce demasiado la cantidad. Con quesos ligeramente ácidos o yogur natural combina de maravilla. No dejéis de preparar unas buenas tostadas con ella... ¡veréis qué rica!



INGREDIENTES:
1kg de higos frescos (lavados y sin pedúnculo)
450 gr de azúcar blanca
el zumo de medio limón



ELABORACIÓN:

1. Corta los higos por la mitad y colócalos en una bandeja, preferiblemente con la piel hacia abajo.

2. Cubre los higos con el zumo de limón y el azúcar, y deja reposar durante ocho horas o toda la noche.

3. Pasado ese tiempo observarás que se ha formado un almíbar con el azúcar y el jugo que suelta la fruta. Pon todo, la fruta y el almíbar, en una cacerola a fuego medio.

4. Deja que haga "chup, chup" durante una media hora o un poco más si es necesario. Verás que la fruta está bastante desecha y más espesa, y el contenido de la cacerola se habrá reducido más o menos a la mitad.

5. Retira la cacerola del fuego y tritura con la batidora, dejando algún que otro grumito para dar textura a la mermelada. Deja que enfríe y conserva la mermelada en la nevera. Si no la vas a consumir en los días siguientes, lo mejor es que utilices tarros esterilizados para guardarla (no necesitarás guardarlos en la nervera hasta que los abras). Puedes ver cómo esterilizar los tarros en el siguiente enlace: cómo esterilizar tarros de vidrio para conservar mermeladas, jaleas, chutneys, etc.




¡Buen provecho!

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lunes, 24 de septiembre de 2018

Dulce de manzana





Después de algunos meses de desconexión, he decidido retomar la actividad bloguera y seguir compartiendo mis recetas con vosotros. Os he echado de menos, pero sé que entenderéis que a veces es necesaria una  pausa para reconectar con lo que queremos y nos hace felices. 

Esta nueva etapa la empiezo con ilusión y muchas ganas de mantener abierta esta pequeña puerta online que tantas satisfacciones me proporciona. Vengo cargada de recetas sencillas, del día a día, con mucho sabor y corazón. Y para empezar os dejo este dulce de manzana, parecido al membrillo pero hecho con otra fruta. En casa duró muy poquito. Acompañado por un buen queso tierno (o el queso que te guste) está de vicio. Gracias por leerme y regresar a mi cocina virtual 💗 ¡Feliz otoño!



INGREDIENTES:
1,5 kg de pulpa de manazana (la manzana sin semillas ni piel)
1 kg de azúcar blanca
1 limón



ELABORACIÓN:

1. En una bandeja ponemos la manzana troceada y la cubrimos con todo el azúcar y el zumo del limón. Dejamos reposar unas ocho horas o bien toda la noche. Observaremos que se forma una especie de almíbar con el azúcar, el limón y el jugo que sueltan las manzanas. 

2. Seguidamente colocamos la fruta con su almíbar en una cacerola y la ponemos a fuego medio. Cocemos durante una hora aproximadamente, dando vueltas para que nada se pegue. Veremos que la fruta está más blanda y que el líquido merma considerablemente. 

3. Retiramos momentáneamente de la cocina y trituramos bien con la batidora, procurando que no queden grumos. 

4. A continuación, llevamos de nuevo la mezcla recién triturada al fuego. Espesamos un poco más con cuidado de que no se pegue y vertemos en un túper u otro recipiente escogido para guardar el dulce. Podemos conservarlo tanto tiempo como el membrillo, así que lo mejor es que el recipiente tenga tapa. Una vez frío ya se puede consumir. 






¡Buen provecho!

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miércoles, 2 de mayo de 2018

Pudin de coco

El mes de mayo nos está dejando lluvias y con este tiempo todavía apetece encender el horno y preparar algún que otro dulce. Hoy hice este delicioso pudin de coco, un pastel sencillo y rápido de elaborar que además es de reciclaje, ya que aprovecharemos el pan duro que tengamos en casa. 

La receta no tiene complicación, simplemente hay que mezclar y triturar todos los ingredientes para luego cocer el pudin en el horno hasta que esté en su punto. El resultado no puede ser mejor: un dulce de suave sabor y textura húmeda y compacta. Toda una delicia para los amantes de los postres con coco. ¡Vamos con la receta!



INGREDIENTES:
1/2 barra de pan duro (si no es muy grande, un poco más)
400 ml de leche de coco
8 cucharadas de coco rallado
6 huevos
6 cucharadas de azúcar blanca
mantequilla para engrasar el molde



ELABORACIÓN:

1. Desmenuzamos el pan en trozos y lo ablandamos con la leche de coco. En el mismo recipiente añadimos los huevos, el azúcar y el coco rallado.

2. Trituramos todo con la batidora eléctrica hasta que quede homogéneo.

3. Precalentamos el horno a 180º. 

4.Vertemos la mezcla para el pudin en un molde apto para horno previamente engrasado con mantequilla (si lo preferís podéis utilizar en su lugar caramelo líquido).

5. Horneamos durante unos cincuenta minutos.

6. Dejamos enfriar. Desmoldamos y decoramos. 

¡Buen provecho!

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lunes, 23 de abril de 2018

Tarta mousse de chocolate y fresas

Ya sabéis lo mucho que me gusta la textura esponjosa y aireada de las mousses. En cuanto tengo ocasión, aprovecho para hacer una tarta mousse y disfrutarla con la familia. Esta vez, la ocasión surgió a raíz del cumpleaños de mi hermana Susi, que ya cuenta con 27 tacos en su haber. A Susi le encantan las fresas y a mí me apasiona el chocolate, así que no hace falta que aclare el por qué de esta tarta mousse de chocolate y fresas

La tarta quedó muy rica. Es ligera, fresquita, y tiene el punto justo de azúcar.  Aunque la explicación sobre su elaboración pueda paracer larga, en realidad se hace en poco tiempo. He querido detallar bien los pasos para que os salga genial. Espero que os guste tanto como a mí. 




INGREDIENTES
Para la base:
1 base de bizcocho ( o de galleta con mantequilla)
Para la mousse de chocolate:
175 gr de chocolate negro para postres
200 ml de nata para montar (mín. 35% m.g.)
1 huevo
125 ml de leche
100 gr de azúcar blanca
4 hojas de gelatina neutra
Para la mousse de fresa:
200 gr de fresas
1 yogur de sabor fresa
200 ml de nata para montar (mín. 35% m.g.)
110 gr de azúcar blanca
60 ml de leche
4 hojas de gelatina neutra
Para decorar:
fresas
unas hojas de hierbabuena



ELABORACIÓN:

1. Comenzamos por la base de la tarta. Vamos a utilizar un molde desmontable de 24 cm de diámetro. En el fondo ponemos la lámina de bizcocho, o si lo preferís, una base de galletas con mantequilla similar a la que he utilizado en otras ocasiones (ver aquí). Yo suelo hacer bizcocho genovés para cortar en capas (receta aquí), luego las congelo individualmente y de esta manera siempre tengo bases para mis tartas. Otra opción es comprar la base de bizcocho, las tenéis prácticamente en todos los supermercados.

2. Ahora preparamos la mousse de chocolate. En un cazo mezclamos bien la leche, la mitad del azúcar y la yema del huevo (reservamos la clara). Ponemos el conjunto al fuego y añadimos el chocolate troceado. Removemos de vez en cuando para que no se pegue y para que el chocolate se funda e integre en la mezcla. Cuando esté bien caliente pero sin llegar a hervir, añadimos las hojas de gelatina que previamente habremos remojado en agua fría unos cinco minutos. Las iremos agregando una a una bien escurridas a la vez que damos vuelas a la mezcla para que se disuelvan. 

3. Mientras dejamos que el chocolate vaya perdiendo calor (necesitamos que se enfríe sin llegar a cuajar) aprovechamos para montar la nata con el resto del azúcar. Para que os quede estupenda os dejo unos cuantos consejos en el siguiente enlace: trucos para montar la nata rápido y sin esfuerzo. Montamos también la clara de huevo a punto de nieve.

4. Terminamos de hacer la mousse añadiendo a la mezcla de chocolate (una vez que haya perdido calor) la nata y la clara montadas. Lo haremos en tres o cuatro veces, con moviemientos envolventes para que al mezclar no se pierda aire y nos quede la textura típica de mousse.

5. Sobre la base de bizcocho que habíamos reservado (o de galleta) ponemos la capa de mousse de chocolate. Alisamos la superficie con el dorso de una cuchara o con una lengua de cocina si fuera necesario y reservamos en la nevera para que vaya cuajando. 

6. Es el momento de hacer la mousse de fresas. Lavamos y quitamos el rabito a las fresas. A continuación, las trituramos con la leche, el yogur y la mitad del azúcar. Ponemos esta mezcla a calentar y justo antes de que empiece a hervir añadimos la gelatina previamente remojada y escurrida. Removemos para que se integre y retiramos del fuego. 

7. Dejamos que la mezcla de fresas pierda calor mientras montamos la nata con el resto del azúcar. 

8. Pasamos la mezcla de fresas por un colador para eliminar las semillitas características de esta fruta y añadimos la nata en dos o tres veces, con movimientos envolventes para que no pierda aire. Quitamos de la nevera la mousse de chocolate y hacemos unos surcos poco profundos en la superficie con ayuda de un tenedor. De esta manera consiguiremos que la capa de fresa se agarre mejor a la de chocolate. Encima agregamos la capa de mousse fresa. Alisamos la superficie y conservamos en la nevera al menos durante seis horas. Yo siempre hago este tipo de tartas de un día para otro.

9. Una vez que la tarta haya cuajado procederemos a desmoldarla. Pasamos un cuchillo con cuidado por los bordes de la tarta y retiramos el aro. Por último, decoramos con fresas y unas hojas de hierbabuena. 

¡Buen provecho!

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sábado, 21 de abril de 2018

Tortilla rellena de champiñones, queso y jamón york

Aunque suelo llegar tarde a las modas, no me gusta perderme nada... Hace meses que circulan este tipo de tortillas en las redes sociales y se me cae la baba cada vez que veo una. Por eso, aunque tarde, he decidido unirme a la moda de las tortillas rellenas y traeros esta maravilla de tortilla con champiñones, queso y york. 

Es muy sencilla de hacer, sobre todo si ya has preparado tortilla de patatas alguna vez. Agregar el relleno no supone ninguna complicación, pero sí un extra de sabor y diversión. Para mí la mayor dificultad a la hora de hacer tortilla, radica en darle la vuelta puesto que tengo poca fuerza en los brazos. Para atajar el problema compré una sartén doble especial para hacer tortillas y estoy encantada con ella. Ya no hay tortilla que se me resista... Así de ricas me quedan. 



INGREDIENTES:
(para una tortilla grande)
8 huevos de gallinas felices
8 patatas medianas
1/4 de cebolla
5 lonchas de jamón york
5 lonchas de queso
200 gr de champiñones
2 dientes de ajo
aceite de oliva suave
pimienta molida
sal



ELABORACIÓN:

1. Comenzamos limpiando los champiñones. Los lavamos uno a uno bajo el chorro del agua, sin sumergirlos para que absorban la menor cantidad de agua posible. Conforme los lavamos vamos secándolos bien con un paño o papel absorbente. A continuación, los cortamos en láminas y también picamos los dos dientes de ajo. En una sartén echamos dos o tres cucharadas de aceite y la ponemos al fuego. Una vez que esté caliente el aceite, añadimos los ajos y los champis, y salteamos todo hasta que esté en su punto.  Reservamos. 

2. Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en láminas o cuadraditos pequeños, según sea la costumbre de cada uno. Ponemos al fuego una sartén con abundante aceite y sofreímos las patatas y la cebolla bien picada (añadid la cebolla un poco más tarde que las patatas para que no se queme).

3. Mientras iremos preparando los huevos. Los cascamos y los batimos en un blol grande, añadiendo sal y pimienta al gusto. 

4. Una vez que las patatas estén hechas las escurrimos bien del aceite y las vamos volcando en el huevo batido. Mezclamos todo.

5. Retiramos el aceite de la sartén y la ponemos de nuevo al fuego. Añadimos la mitad de la mezcla de patata y huevo, encima las lonchas de york bien repartidas, otra capa de champiñones laminados y otra de lonchas de queso. Rápidamente tapamos con la mezcla de patata y huevo sobrante, y esperamos unos minutos para que vaya cuajando la tortilla. Damos vuelta a la tortilla (yo tengo una sartén doble con enganche, una maravilla) y cuajamos por el otro lado. Si fuese necesario damos otra vez la vuelta. Así hasta que haya cuajado por completo y esté dorada. Terminamos volcándola directamente sobre el plato de presentación. Se puede tomar fría o caliente, pero os recomiendo hacerlo en caliente ya que está más rica con el queso fundido. 

¡Buen provecho!

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martes, 17 de abril de 2018

Bizcocho de plátano

Ya sabéis que me encanta tener cosas ricas para merendar, y que mi horno se enciende un día sí y otro también, aunque no publique todo lo que hago. Hoy he aprovechado que tengo bastantes plátanos para hacer este bizcocho y enseñároslo. 

El bizcocho de plátano resulta ideal para acompañar la leche del desayuno, o como yo he hecho, para merendar. Es sencillo de preparar y los ingredientes son muy "de andar por casa".  Siempre que puedo añado fruta a los postres, me parece una manera muy sana de enriquecerlos, tanto en el sabor como en su composición. Ha quedado muy rico, con una textura suave y delicioso sabor a plátano. 



INGREDIENTES:
4 plátanos de Canarias
175 gr de harina
125 gr de azúcar
2 huevos
100 gr de mantequilla
8 gr de levadura química



ELABORACIÓN:

1. Pela y tritura los plátanos con la batidora, deben quedar como un puré. 

2. En un bol mezcla el puré de plátanos, los huevos, el azúcar y la mantequilla derretida. 

3. Añade, poco a poco, la harina y la levadura previamente tamizadas. Remueve bien con una varilla para que resulte una mezcla homogénea.

4. Precalienta el horno a 180º.

5. Engrasa un molde tipo plum-cake con mantequilla. A continuación, vierte la mezcla del bizcocho en el molde. 

6. Hornea durante 45 minutos aproximadamente. Para saber si el bizcocho está hecho pínchalo con una varilla, si sale limpia ya puedes quitarlo del horno.

7. Deja que el bizcocho pierda algo de calor y desmolda sobre una rejilla. Espera que enfríe. 

8. Decora espolvoreando azúcar glas con ayuda de un colador y añade en la superficie unas hojas de menta y algunas rodajas de plátano. 

¡Buen provecho!

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lunes, 16 de abril de 2018

Bebida de avena y leche para el desayuno

Hace más de un año que descubrí esta receta de avena y leche o colada de avena en el blog Los Antojos de Clara. Siempre había oído hablar de las excelentes cualidades de la avena, pero me costaba mucho tomarla. Preparar la receta siguiendo las instrucciones de Clara fue toda una revelación, desde entonces no hemos parado de hacer en casa esta bebida que se ha convertido en uno de nuestros desayunos favoritos. 

Si tú también quieres probar esta receta, te recomiendo que antes de nada veas cómo la prepara Clara (solo tienes que pinchar AQUÍ), notarás que mi versión es prácticamente igual pero que he aromatizado la leche de forma distinta. Seguramente la receta os recuerde al tradicional arroz con leche, con la ventaja de que ahorraréis tiempo en la elaboración. Y dicho esto, ¡vamos con la receta!



INGREDIENTES:
7 cucharadas colmadas de avena en hojuelas
300 ml de agua
750 ml de leche
4-5 cucharadas de azúcar
1/2 piel de limón (evitando la parte blanca en lo posible)
1/2 piel de naranja (evitando la parte blanca en lo posible)
1 rama de canela (si lo prefieres, nuez moscada, vainilla, etc.)
canela molida (opcional, para espolvorear)



ELABORACIÓN:

1. Pon el agua al fuego en un cazo grande. Cuando comience a hervir añade la avena y remueve de vez en cuando para que no se pegue. 

2. Una vez que el agua se haya consumido agrega la leche y los demás ingredientes. Remueve y deja hervir a fuego medio-bajo unos cinco minutos. 

3. Retira las pieles de los cítricos y sirve de inmediato o deja enfriar. Decora espolvoreando un poquito de canela molida si te gusta.  Ten en cuenta que una vez frío espesará un poco. Puedes preparar la receta con antelación y conservar esta bebida de avena y leche en la nevera un par de días. 






¡Buen provecho!

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