Los huesos de santo son un dulce tradicional del Día de Todos los Santos, junto con los panellets, los buñuelos o las chulas forman parte de nuestro repertorio gastronómico para este día festivo. Su nombre se debe a la forma alargada que nos recuerda a los huesos y al relleno de crema que equivaldría al tuétano. Hoy en día se pueden encontrar en las pastelerías con diferentes rellenos y sabores, nosotros nos centraremos en los tradicionales, con cubierta de mazapán y relleno de yema.
La receta es laboriosa, se necesita paciencia para trabajar el mazapán y respetar los tiempos de espera entre unas elaboraciones y otras. No obstante, merece la pena probar unos huesos de santo caseros, la masa de mazapán queda buenísima, y el relleno y posterior glaseado aportan el extra de dulce que convierte a estos huesitos en una tentación para los golosos.
INGREDIENTES
(20 unidades)
Para la masa de mazapán:
Para la masa de mazapán:
250 gr de almendra molida
200 gr de azúcar
100 ml de agua
ralladura de un limón (opcional)
ralladura de un limón (opcional)
azúcar glas (para trabajar la masa)
Para la crema de yema:
8 yemas
200 gr de azúcar
100 ml de agua
Para el glaseado:
200 gr de azúcar glas
5 cucharadas de agua
ELABORACIÓN:
1. Comenzamos preparando la masa de mazapán. En un cazo ponemos el agua y el azúcar con los que haremos un almíbar flojo. Para ello removemos mientras se calientan ambos ingredientes y una vez alcanzado el punto de ebullición lo dejamos en el fuego un minuto más y apagamos la cocina. Aparte, en un bol, echamos la almendra molida y la ralladura de limón, poco a poco vamos añadiendo almíbar e integrándolo para formar la masa de mazapán. Según la variedad de almendra la masa necesitará más o menos almíbar, en mi caso solo fueron necesarios 60 ml., lo importante es que la masa no quede demasiado húmeda y que se pueda modelar con relativa facilidad. Formamos una bola con la masa y la dejamos secar durante dos horas.
2. El siguiente paso consiste en dar forma al mazapán. Para ello espolvoreamos con abundante azúcar glas nuestra mesa de trabajo. Amasamos de nuevo el mazapán y con ayuda de un rodillo lo estiramos sobre el mesado (si es necesario echamos más azúcar glas), dejando la masa con unos tres centímetros de grosor. Con un cuchillo o cortador dividimos la masa en rectángulos de 5 cm de ancho por 6 de largo. En cada rectángulo marcaremos las típicas acanaladuras de los Huesos de Santo, podéis hacerlo con un rodillo especial o bien utilizando un palito de brocheta.
3. Una vez hechos todos los rectángulos, los enroscaremos formando cilindros con ayuda de un palito (un lápiz, un palillo chino, el mango de algún accesorio de cocina...). Este es un paso delicado, debemos ser cuidadosos a la hora de manipular la masa para que no se rompa. Para que la unión quede bien sellada podemos mojarla con un poco de agua.
4. Colocamos los cilindros de mazapán de pie y los dejamos secar unas dos o tres horas.
5. Mientras tanto, vamos a preparar la crema de yema. De nuevo tendremos que hacer un almíbar con el agua y el azúcar, lo mezclamos bien y hervimos durante cinco minutos. A continuación, vertemos el almíbar en un recipiente apto para "baño de maría", dejamos que se atempere y añadimos las yemas removiendo constantemente para que no se nos cuajen. Llevamos la mezcla al fuego, a baño de maría, sin parar de remover hasta que se espese (20 -30 minutos).Tened en cuenta que debe quedar una crema firme para que no se salga de los cilindros de mazapán.
6. Continuamos rellenando los huesos con la crema de yema ya fría y el mazapán seco. Introducimos la crema en una manga pastelera de boquilla redonda y pequeña, y con cuidado, rellenamos cada uno de los cilindros.
7. Por último, bañamos cada hueso en un glaseado que prepararemos mezclando, en un bol pequeño o taza, el azúcar glas con el agua. Una vez impregnados en la mezcla, dejamos que los huesos escurran sobre una rejilla hasta que estén de nuevo secos.
¡Buen provecho!
Nos vemos en la siguiente publicación, mientras podéis encontrarme en mi página de Facebook , en Google +, Pinterest e Instagram.
Te has esmerado mucho en la elaboración de estos huesos de santo y por eso te han quedado divinos. Si tienen tan buen aspecto, no me quiero ni imaginar el sabor que emanan, estoy segura que no tendría bastante con uno solo. Disfrutadlos.
ResponderEliminarBss
Qué buenos! Pero no se si tengo la suficiente paciencia para hacerlos 😂
ResponderEliminarTe han quedado de pasteleria estupendo besitos
ResponderEliminarQue pintaza! Aeguro están buenísimos ;)
ResponderEliminar¡Besos mi ChicAdicta!
www.piensaenchic.com
Nunca provei esses doces, mas devem ser deliciosos.
ResponderEliminarBeijo
Hola Ali, nada más leer tu comentario me viene a ver los tuyos, la crema te quedo mejor a que ami, pero también me paso de todo, son laboriosos, yo traje almendra de más por si me hacia falta y me hizo falta el almíbar no se correspondia a la cantidad de almendra, pero bueno es cuestión de añadir poco a poco jajaja, Ali si ves mi cocina te asustas ese día, entre el cabreo que tenía porque nada salia bien y ver la cocina como la tenía casi me da algo.Se me quitaron las ganas de hacerlos pero no de comerlos, los tuyos están mejor que los míos con iferencia, si pal año se me paso el mal rollo que tengo con ellos los repito....Bess
ResponderEliminarTe han quedado estupendos!!! Menuda paciencia, pero bien vale la pena tanta trabajo para disfrutarlos caseros. Bicos, Vero.
ResponderEliminarTe han quedado maravillosos!!! A mi no me gusta el mazapán, pero tienen una pintaza tan buena que uno si lo comería.
ResponderEliminarUn beso
Maravillosos, Ali ¿Me mandas un par? ¡Es broma! ...sólo un antojo. Besitos.
ResponderEliminarMe encantan estos dulces, !! son un poquito laboriosos pero el resultado es espectacular!! Bs.
ResponderEliminarHas dado una explicación excelente! y además con mazapán casero.
ResponderEliminarBesos Alicia,hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2016/11/otro-uso-de-la-gelatina.html
Hola, ya sabes que cada año los hago, pues nada que ver con los comprados, qué ricos. Para mí los de yema son los más ricos. te han quedado de lujo, de maestra pastelera!! Un beso
ResponderEliminarHola guapísima!! Qué bien te quedaron, yo nunca los he probado, y es que a mi marido no le gusta el mazapán, y para mí sola..., como que no. Por eso siempre me decanto por otros dulces de Halloweeen.
ResponderEliminarUn besito
Alicia te han quedado perfectos y el relleno de yema con la consistencia ideal ¿te queda alguno para mí?
ResponderEliminar¡Besos mil!
Unos huesos de santo de libro de repostería! Qué buena pinta tienen y ya probaría uno con ilusión y eso que no son mis dulces favoritos!
ResponderEliminarBesos,
Palmira
¡¡Pero qué bien te han quedado Alicia!! Veo que todas decís que son muy laboriosos, pero viendo tu resultado, dan ganas de ponerte a hacerlos ahora mismo. Nunca los he probado tampoco, pero creo que ese relleno de yema me encantaría. Felicidades por el resultado y el paso a paso, así no parecen tan difíciles. Besitos.
ResponderEliminarQue pintaza a mi me encantan!1beso
ResponderEliminarTe han quedado fabulosos, dan ganas de meter la mano, buenísimos.
ResponderEliminarUn beso.
Sencillamente, espectaculares y de buena gana me comería unos cuantos con el cafelito de esta tarde, enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz finde